El nombre americano de esta planta, Filbert, deriva del santo patrón del día de la recolta de la avellana, el 22 de Agosto, es decir San Filiberto.
Después el bloqueo comercial con la industria británica, impuesto por Napoleón Bonaparte,los pasteleros de la ciudad de Turín, comenzaron a sustituir parte del cacao por la Nocciola (Avellana), inventando así una nueva mezcla de cacao y avellanas que tomó el nombre de Gianduja, como la populare máscara de carnaval de la ciudad de Turín.
La madera del avellano se utiliza para producir una brasa muy fina utilizada en la fabricación de carboncillos de dibujo y de pólvora.
En la Antigua Roma se ofrecía una planta de avellanas para traer felicidad.
En la tradición francesa, el avellano simboliza fertilidad: era tradicional el “lanzamiento del las avellanas”, para hacer que los hombres y las mujeres jóvenes se reúnan y desear fertilidad a las mujeres.
Se dice que sea propio una rama de avellano, la que rodea a la serpiente del Bastón de Asclepio, dios griego de la medicina y hoy símbolo del Colegio de Farmaceúticos.
En el cuento de Cenicienta de los hermanos escritores Grimm fue un árbol de avellano que les había protegido de la adversidad.
En los Estados Unidos, “Witch Hazel” (Bruja Avellana) es el nombre más común para referirse a las brujas.
En el siglo XIX, se utilizaron los frutos triturados para crear medicamentos contra la bronquitis y para producir cremas de belleza para las damas.